domingo, 4 de septiembre de 2011

(Cast) Y con el castellano volverán los dineros a la escuela


Hoy me gustaría que me permitierais publicar por duplicado mi post. Hoy lo haré en catalán y en castellano. Porque puedo y porque quiero.

Hace ya dos días que apareció publicada la resolución del Tribunal Supremo, instando a la Generalitat a asegurar la utilización vehicular de castellano y catalán.

Una revolución en redes sociales y, casi seguro que en pocos días, en la calle (últimamente salimos mucho a la calle; no sé si Decathlon ha valorado el nicho de mercado que se está abriendo paso para tiendas de campaña y sacos de dormir).

Pertenezco a la generación que empezó la EGB un año después de la muerte del dictador. Tenía un libro de texto de “Català” y recuerdo a mi padre comentándolo con los amigos, con expresión entre la sorpresa y la alegría. Claro, con 6 años yo no entendía el alboroto.
Años después llegué al BUP, y la mitad de mis asignaturas eran en catalán y la mitad en castellano. Y se alternaban por cursos. Así aprendí que lo que en 1º era el seno, en 2º era el “sinus”. Por poner un ejemplo.

Y después seguí estudiando en otra Comunidad Autónoma mientras en Catalunya se seguía avanzando en el modelo de inmersión. Pero eso es otra historia, aunque yo puedo decir que soy “muy” bilingüe, si tal expresión se puede utilizar.

En Catalunya conviven ambas lenguas y esto no es (¿era?) un conflicto (por más que en mi trayectoria por diferentes Comunidades Autónomas haya tenido que defenderlo, por activa y por pasiva, explicándolo, porque no lo creen).

Cuando salió la noticia de la resolución del Tribunal Supremo lo primero que pensé es: “qué ganas de generar un conflicto donde no lo hay, con la de problemas de verdad que tiene la escuela en este país”.

En cambio, dos días después, no sé si se me ha despertado el sentido común o la ironía, vosotros diréis: imponen e instan al cumplimiento de una sentencia que… ¡necesita dinero para ser aplicada! ¿Qué pasará en un colegio si una familia (o dos, o tres, es igual) exige el castellano como lengua vehicular? Pues que se generará un grupo.  Y ese grupo necesitará su aula y sus profesores (al menos para las materias que quieran que se imparta en castellano). ¡Ya está! Problemas de recortes, crisis y sistema educativo… ¡solucionados! ¡Van a empezar a inyectar dinero y dinero en las escuelas para asegurar el modelo que la sentencia exige! ¿O no?

Parece una derrota pero… es una victoria. Se han acabado los recortes!

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